jueves, 15 de febrero de 2018

Rumbo a Cartagena

Hoy partimos de la finca Barlovento en Los Naranjos en el taxi que llevamos contratando hace algunos días hacia la terminal de autobuses de Santa Marta a unos 40 Kms, desde allí un autobús Berlinave nos llevara en un trayecto de casi cuatro horas en un recorrido de 240 kms a Cartagena de Indias capital del departamento de Bolivar pasando también de soslayo por las inmediaciones de Ciénaga y Barranquilla transitando la polémica carretera troncal que las une y desde la que advertimos el gran deterioro medio ambiental de esta zona calificado de muy grave y que es debido entre otras muchas cosas a la interrupción por taponamientos en los flujos de agua dulce proveniente de los limpios ríos de la sierra Nevada de Santa Marta. Estas obstrucciones son las que ocasionan una muy alta salinidad y falta de oxigeno en el agua de manglares y ciénagas lo que contribuye a la agónica muerte de flora y fauna de este gran conjunto de humedales costeros. Mención aparte también para la mas que continuada acumulación de residuos de plástico y basura en los margenes de carreteras y poblaciones.
Una visión desoladora en una larga distancia.



Curioso eslogan publicitario
El agua salada o de las salinas se vuelve rosa cuando la vida en ella es casi imposible y son los microorganismos "chromatium thiocapsa" de pigmentos purpúreos los que le otorgan ese llamativo color.
El panorama sigue siendo desolador aunque en ocasiones con apuntes ocurrentes

Ya finalizado el por sus contaminadas vistas, triste viaje, llegamos a Cartagena donde hasta llegar a su centro urbano nos sorprende también el caótico, ruidoso y mas que denso trafico en sus por desgracia muy descuidados extrarradios. Empobrecimiento, basura y excesivo parque automovilístico una mezcla que suma otro alarmante diagnóstico ambiental en una ciudad cercana al millón de habitantes.
Luego es su cara positiva la que nos tocaría ver una vez llegados a nuestro destino en el tradicional barrio de Getsemaní al hostel "Life is good" en el que la habitación reservada y compartida para siete se convertiría en otra que aunque mas pequeña solamente seria para disfrute de nosotros tres. Una vez acomodados salimos a pasear llegada ya la noche por este barrio tan "cool" y bohemio en donde viajeros de todas las nacionalidades se reúnen a disfrutar del ambiente, la comida, bebida y shows callejeros de toda índole.




Hostel Life is good, C/ larga 25 esquina callejón San Juan.