viernes, 23 de febrero de 2018

Salento-Valle de Cocora I

Comienza el día en Salento con una atmósfera de nubes y un pasable desayuno en el hostal "Ciudad de Segorbe" para a continuación iniciar nuestra ruta de hoy hacia el Valle de Cocora, antes un breve paseo por su vía principal, la animada y llena de comercios Calle Real con su conjunto de casas uniformes de muy intensos colores, un gran atrayente turístico que unido a la temperatura media de 18º de esta localidad con una población cercana a los 3.000 habitantes hacen que se convierta en un buen reclamo para viajeros.
 Patio del "Ciudad de Segorbe"
 Calle Real

Muy cerca se localiza la plaza Simón Bolívar con la iglesia Nsta. Sra. del Carmen construida hacia 1930 al destruirse el anterior templo de dos torres en un incendio, el actual ha soportado ya la fuerza de varios seísmos. Desde dicha plaza parten hacia el Valle de Cocora los pintorescos jeeps Willys, introducidos en la década de los 50 en las zonas cafeteras por los hacendados para franquear y transitar las vías de difícil acceso. Ahora también son usados aquí como transporte publico. En este emplazamiento hemos quedado con la que sera nuestra cicerone para hacer esta excursión, la joven guía Luisa Fernanda, excelente gestión tramitada por nuestra anterior conocida pereirana.

Casas de la plaza Simón Bolívar
 Jeep Willys, mulas mecánicas o yipaos
 La distancia hasta Cocora desde Salento es de 11 Kms
  Comienza el trekking

Este valle que debe su nombre a la princesa quimbaya, Cocora (estrella de agua) hija del cacique Acaime, se sitúa en el curso del río Quindío y es parte del Parque natural nacional de Los Nevados en la cordillera central de los Andes colombianos, su altitud oscila entre su máxima de 2.400 y su mínima de 1.800 m.s.n.m. y presenta un ecosistema de bosque nuboso debido a su gran humedad y lluvia casi diaria, la temperatura media anual es de 15º. En él se albergan flora y fauna protegidas y en peligro de extinción como el caso de la estilizada palma de cera que ha convertido este extenso valle en su ultimo reducto, ésta puede vivir hasta los cien años y crecer mas de 60 metros lo que convierte a su especie en la mas alta del mundo.


    Palmas de cera del Quindío, árbol nacional de Colombia. 
(ceroxylon quindiuense)


Antes de su protección la palma sufrió una tala desmesurada debido al fin dado a sus hojas para la elaboración de los tradicionales ramos de Semana Santa y al uso de la cera que produce su tronco, utilizada entonces para hacer velas. La forestación es ahora otro de sus grandes problemas ya que aunque sus frutos llegan a germinar, las tierras hoy frecuentadas por numeroso ganado no son propicias para su desarrollo, lo que tristemente conlleva a que el bello aspecto que presenta el paisaje en las primeras laderas de este valle no es mas que en realidad un gran cementerio de palmas, una vez adentrados en el monte si que se dan las condiciones para su expansión al haber abundante vegetación que protege y preserva a estos ejemplares de sus amenazas.


 "Cementerio de palmas"

Entre la nubes el cerro Morrogacho, 3.450 m.s.n.m.

En una distancia no muy grande el panorama cambia al entrar en otro ecosistema de transición conocido como Bosque de Niebla donde todo se vuelve mas abrupto...

 Palma abatida en el camino
 Bosque de Niebla con sus pinos

Mencionar que desde el comienzo de la caminata en la parte mas baja del valle hasta el final del trayecto en un recorrido circular, el tiempo aproximado de duración será de 5 ó 6 horas en una ruta de mas o menos dificultad media.
Ahora la pista nos lleva hasta la finca La Montaña en donde después de tomar un ligero tentempié y hacer un pequeño descanso continuaremos rumbo hasta alcanzar la siguiente parada, La casa de los Colibríes o Finca Acaime.


 Seguimos marcha...